Más de las políticas fallidas contra la drogadicción
Parece que para Felipe Calderon, si los adultos no se tragan la falsedad y la incompetencia de su gobierno, los niños si lo harán.
Imagine estar cargando un niño quemado, un pobre indefenso que sufrió algún accidente que le hace llevar una mascarilla por sus quemaduras. Bueno, a Calderon le partió tanto el corazón que decidió contarles a los niños los mismo cuentos que les dice a los adultos:
Según sus palabras:
"Estamos trabajando por la seguridad. Por ejemplo, combatiendo a los malos, combatiendo a los delincuentes, porque queremos que ustedes, niñas y niños, puedan vivir en un México en paz, en libertad; que puedan ir a la escuela, que puedan jugar, que puedan crecer, que puedan salir a la calle sin miedo"Seguramente los niños están más que felices por que combatir la dependencia a las drogas de los adictos, pero si nos acercamos un poco más a analizar lo que hace este tipo de discursos veremos que forma parte de una política irresponsable de los gobiernos y de las mismas escuelas de satanizar la drogas ilegales en lugar de apegarse estrictamente a la verdad y las evidencias científicas.
Se nos enseña que probar la marihuana u otra droga ilegal (existen muchas drogas peligrosas que son legales) nos llevara al terror, a ser malvados, nos matará muchísimas neuronas, seremos unos delincuentes y dejaremos de ser personas "de paz".
Gracias a este tipo de pensamientos, los adolescentes se acercan a los vendedores de drogas o sus amigos se las ofrecen, generalmente empiezan con la marihuana, la prueban, quedan idiotizados (como cuando vez televisa) pero no reaccionan como les contaron en la escuela, la realidad les resulta muy diferente, ¿qué falló?, la política del miedo.
Ni los niños de los jóvenes necesitan tener miedo para alejarse de cualquier droga, ya sea legal o ilegal, necesitan tener confianza en sí mismos, vivir con alegría, disfrutar su vida con deportes, leyendo y con el cariño y apoyo de su familia. Que un país viva sumerjido en el temor y la guerra por la mediocre manera de educar a sus jóvenes sobre las adicciones se soluciona con la correcta educación, que no es la educación del miedo.
Aún si existiera algun droga que te hiciera sentir super idiotizado sin efectos secundarios, no te gustaría vivir y hacer depender tu felicidad de eso. No te gustaría perderte de un deporte, de tu novia o novio, de tu familia, de leer cosas interesantes, de tus amigos, del cine, de correr y de disfrutar estar vivo solo por que algo te hace sentir bien por un rato.
Pero lo que llama la atención de este discurso del presidente, es que use a los niños para promover su guerra fallida, como si a ellos les interesara "ofrecer algunas vidas" a cambio de paz y tranquilidad. Yo me pregunto, ¿el presidente no tiene vergüenza?.
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